Parálisis de las cuerdas vocales
La parálisis de las cuerdas vocales es la incapacidad de mover los músculos que controlan las cuerdas vocales.
Esta parálisis puede estar producida por trastornos cerebrales, como tumores en el cerebro, ataques cerebrovasculares y enfermedades desmielinizantes, o lesiones en los nervios que llegan a la laringe.
El daño nervioso puede estar causado por tumores, lesiones, una infección vírica de los nervios o neurotoxinas (sustancias que envenenan o destruyen el tejido nervioso, "FUMAR" ), como el plomo o las toxinas producidas en la difteria.
En los casos de parálisis unilateral, inyectar Teflon en la cuerda paralizada la acerca a la línea media, con lo cual la otra cuerda puede entrar en contacto con ella y, en consecuencia, ambas protegen el conducto respiratorio durante la deglución y mejoran el habla. En la parálisis bilateral, mantener adecuadamente abierta la vía respiratoria resulta difícil. Puede ser necesario realizar una traqueostomía (una cirugía que crea una abertura en la tráquea a través del cuello) con el fin de permitir que el aire entre a los pulmones sin pasar por las cuerdas vocales. El orificio creado por la traqueostomía puede estar permanentemente abierto o bien utilizarlo sólo durante las infecciones de las vías respiratorias superiores. La aritenoidectomía (una operación en la cual las cuerdas vocales quedan permanentemente separadas)
ésto amplía la vía respiratoria pero puede empeorar la calidad de la voz.
Cáncer de amígdala
El cáncer de amígdala se produce predominantemente en los varones y está muy relacionado con el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol.
Por lo general, el dolor de garganta es el primer síntoma. El dolor suele extenderse hasta el oído del mismo lado que la amígdala afectada. No obstante, en ciertos casos, primero se percibe un bulto en el cuello producido por la extensión del cáncer hacia un ganglio linfático (metástasis). El médico diagnostica el cáncer realizando una biopsia (que consiste en tomar una muestra de tejido para su examen al microscopio) de la amígdala. Como el tabaquismo y el consumo de alcohol también pueden estar relacionados con otros cánceres, también se realiza una laringoscopia (examen de laringe), una broncoscopia (examen de los conductos bronquiales) y una esofagoscopia (examen del esófago).
El tratamiento se basa tanto en la radioterapia como en la cirugía. La cirugía puede consistir en extirpar el tumor, los ganglios linfáticos del cuello y parte de la mandíbula. Alrededor del 50 por ciento de las personas sobrevive durante al menos 5 años después del diagnóstico.
Cáncer de laringe
El cáncer de laringe, el más frecuente de los cánceres de la cabeza y el cuello, después del cáncer de piel, es más frecuente en los varones y está relacionado con el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol.
Este cáncer frecuentemente se origina en las cuerdas vocales y provoca ronquera. Si una persona ha estado ronca durante más de 2 semanas debería solicitar atención médica. El cáncer en otras partes de la laringe causa dolor y dificultad de deglución. En algunos casos, sin embargo, antes que cualquier otro síntoma, se detecta primero un bulto en el cuello producido por la extensión del cáncer a un ganglio linfático (metástasis).
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